viernes, 29 de enero de 2010

El comienzo de su vida

A partir de un óvulo, se forman dos células, que después se transforman en cuatro, ocho, etc, hasta llegar a convertirse en un pequeño ser. Esta es la evolución del embrión hasta que se convierte en un bebé.

Sólo es una minúscula bolita compuesta de proteínas y carbohidratos. Sin embargo, en poco tiempo se transformará en un niño de carne y hueso. En sólo nueve meses pasará de una a miles de millones de células y perderá otras tantas.

Inmediatamente después de la fecundación, las células se reproducen de forma frenética y aún son “todopoderosas”, es decir, cada una de ellas puede formar cualquier tipo de tejido. Sin embargo, es necesario explicar a estas células dónde tiene que ir y qué tienen que hacer. De esto se encargan los genes arquitectos, que son los que sientan las bases del futuro organismo. estos genes entran en funcionamiento al final de la segunda semana de gestación.

¿Cómo se forman los órganos?
Los genes arquitectos dirigen el trabajo, pero ¿cómo es posible que de un conjunto de dos o tres decenas de células surja un ser humano? La especialización de células comienza alrededor del día 15, cuando se produce el paso del embrión a feto. Lo más paradójico es la muerte de la mayor parte de las células del embrión, con el fin de permitir el desarrollo del mismo.

Unos días después de la fecundación, cuando el organismo aún es una masa compuesta por un centenar de células, llamado trofoblasto, la muerte hace desaparecer la mayoría de las células que ocupan el centro, creando un espacio vacío en el interior de la esfera. Esto permite al resto de las células, las que han sobrevivido, encontrar espacio para multiplicarse y especializarse.

El embrión adopta entonces, una estructura compuesta por tres capas superpuestas. La primera capa externa (ectodermo) produce las partes externas del cuerpo: la piel, el pelo, las uñas, los órganos sensoriales y los nervios. La capa media (mesodermo) forma los huesos los músculos, el tejido conectivo, la sangre y el aparato urogenital. La tercera capa (endodermo) forma los órganos internos: el estómago, el hígado, los intestinos y los pulmones.

Entre el día 15 al 30, las capas superior e inferior se pliegan, recogiendo en su interior a la capa media. Alrededor del día 16, también se pone en marcha la circulación sanguínea. El feto no tiene corazón, pero sí tiene un tubo cardíaco. Este tubo da vida a una circulación primitiva que permite el paso de oxígeno y de los nutrientes que contiene la sangre materna. El corazón se formará en el segundo mes.

La formación del cerebro
Los genes arquitectos controlan el desarrollo del tórax, abdomen, brazos, piernas y parte de la cara. Sin embargo, no controlan el cerebro y el sistema nervioso, son tan importantes que merecen que un grupo de genes se ocupen sólo de ellos.

La formación del sistema nervioso se inicia a los 15-20 días de la concepción. La parte central de la caja superior se hunde y crea un pequeño canal que después se cierra, formando el tubo neural. Es el primer esbozo del sistema nervioso a partir del cual se forma el cerebro y la red de nervios.

Los genes que controlan este proceso son: Otx1 y 2, y Emx1 y 2. El Otx2 delimita el cerebro y lo diferencia del resto del organismo. Los otros se ocupan de subdividir las áreas cerebrales en regiones más pequeñas e internas. Dos semanas después, el Emx1 hace que la corteza (parte externa del cerebro) se desarrolle, a un ritmo de 250,000 nuevas células por minuto. Las células nerviosas se trasladan en grupos para llegar a las áreas de destino, donde proliferan y se especializan.

A las cinco semanas, el cerebro empieza a dividirse en tres partes, de las que partirán las diferentes áreas y al final del segundo mes, se formarán los dos hemisferios cerebrales. Muchas de estas células nerviosas serán eliminadas; una limpieza que continúa en los primeros meses de vida.

Al principio, todos somos niñas
¿Cómo esculpe el feto su forma para adoptar un aspecto humano? El proceso comienza en la 4ª semana de embarazo, cuando en la cara se forman unas protuberancias que darán origen a la frente, nariz, mejillas y boca. La futura retina del ojo está creciendo sobre los futuros nervios ópticos. Cuando llegue a la superficie formará dos hundimientos que serán las cavidades oculares.

En la 5ª semana, estas protuberancias se acentúan, la nariz se define y aparece un esbozo de los ojos. También se forman las gemaciones que darán origen a las articulaciones. En la 6ª, 7ª semana se forma el cristalino de los ojos que aún están posicionados a los lados, prácticamente en las sienes, y la nariz se acentúa.

En la 8ª, 9ª semana, los ojos y los labios ya están definidos. Ala altura de la boca aparecen dos orificios, las futuras orejas. Este “retrato base” continúa perfeccionándose hasta adoptar, al cabo de 3 a 4 meses, una apariencia humana.

Al término de la 8ª semana, el feto mide unos tres centímetros de largo, pero todos sus órganos, excepto los genitales, ya están formados. En esta fase, el feto aún no es niño ni niña.

Posee un órgano genital de un milímetro, que se transformará en pene o en vagina. Por lo tanto, todos en origen somos niñas y sólo la acción de unas hormonas reguladas por el cromosoma masculino "Y" puede transformar el modelo femenino en masculino, a partir del 4º mes.

Fuente: http://www.nosotros2.mx/embarazo/page_articulosembnivel2/articulo/1146/el-comienzo-de-su-vida

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