martes, 23 de noviembre de 2010

Alimentación complementaria: las frutas y las verduras

Destete: frutas y verduras para el bebé

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses del bebé. Durante el primer año, la leche continúa siendo el principal alimento del niño. No obstante, a partir de los seis meses, empiezan a introducirse los primeros alimentos distintos a la leche.


• En la alimentación del bebé a partir de los seis meses, en general, se empieza con las frutas (en puré) o con las verduras más dulces y no demasiado ricas en fibra, como las zanahorias, las patatas y los calabacines, que, normalmente, suelen ser bien aceptados por el niño.

• Es mejor añadir a los primeros purés de verduras papillas de cereales sin gluten (arroz y maíz), para evitar el riesgo de falta de hierro.

• Cuando se empiezan a introducir, las papillas de frutas y los purés deben ser muy fluidos. La primera papilla puede consistir en una crema muy fina y diluida de zanahorias y patatas (hervidas o cocidas al vapor), condimentado con un poquito de aceite de oliva virgen.

• Las siguientes papillas pueden enriquecerse con otras verduras, como las judías verdes. Si no se manifiestan problemas de alergias, y al niño le gustan las verduras que se le ofrecen, se puede llegar a componer una pequeña menestra en el transcurso de unas 4 ó 5 semanas.

• La fruta se debe ofrecer finamente triturada. Para empezar, son aconsejables la manzana, la pera y el plátano. Algunas frutas estivales, como los melocotones y los albaricoques, también son una buena opción.

• Durante el primer mes de destete, es suficiente con dar al niño una papilla al día, y mantener la leche para el resto de las comidas. Además, el puré de una sola verdura no es muy nutritivo y es posible que, poco después de haberlo tomado, el pequeño pida leche: no hay ninguna razón para no dársela.

• Mejor evitar añadir sal a las papillas. Con el tiempo, el niño ya tendrá la oportunidad de irla probando. De lo contrario, podría manifestar, desde muy pequeño, una mayor inclinación a los alimentos salados.

Receta de crema de verduras

En la primera fase del destete, los purés para bebés deben ser cremosos y no demasiado densos. Después, ya podrás ir aumentando la consistencia, pero sin exagerar. Para empezar, he aquí una buena crema de verduras.

Ingredientes para dos raciones: 150 gramos de patata (se puede sustituir por calabaza), 150 gramos de zanahoria, 50 gramos de judías verdes y aceite de oliva virgen (dos cucharadas).

Elaboración:

• Vacía la calabaza y córtala a daditos. Quita la piel a las zanahorias y córtalas a rodajas. Elimina los hilos de las judías verdes y córtalas a trocitos.

• Introdúcelo todo en una cazuela y añade medio vaso de agua mineral.

• Cuécelo a fuego lento durante 30 minutos. Pasa todos los ingredientes por la batidora y añade aceite de oliva virgen crudo. Si el puré queda muy espeso, es mejor añadir algunas cucharadas de agua y volver a calentar durante algunos minutos más.

• Con el añadido de los nuevos cereales, la papilla se hace más sustanciosa y se enriquece con almidón y proteínas: es probable, precisamente por esta razón, que consiga satisfacer por entero el aporte nutritivo de la comida y que el niño ya no pida el complemento de leche.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/3-6-meses/destete-frutas-verduras-209

Masajes para bebés


El masaje del bebé
¿Qué es el masaje infantil?

El masaje infantil es un lenguaje no verbal, una forma que la mamá tiene a su disposición para transmitir afecto y ternura.

El niño experimenta, con el masaje, una sensación de bienestar no sólo física, sino también emocional.

La mamá utiliza para dar al niño, pero también para recibir, porque aprende a conocer a su hijo y a captar sus estados de ánimo.


¿Cuál es el momento ideal del día para hacer un masaje al niño?

¡Cuándo se quiera! El masaje en los niños más pequeños se puede hacer, por ejemplo, después del baño del bebé, al vestirlo, cuando se le cambia el pañal...

También puedes masajearle sobre la cama, antes y después de la tetada.

¿Cómo masajear al niño en caso de cólicos?

El problema de los cólicos de los bebés no se supera del todo con el masaje, pero sí que se puede ayudar al niño a que se sienta mejor.

Lo importante es hacer movimientos rotatorios sobre el abdomen, que vayan en el sentido de las agujas del reloj, y es mejor empezar desde arriba con la palma de la mano bien abierta.

Puedes extender al pequeño sobre una cama o sobre una superficie de apoyo, ponerlo boca arriba y con las manos debes flexionar las piernas hacia la parte interior (como las ranitas).


¿En qué posición debe estar el niño durante el masaje?

Es importante que, sin hacer movimientos innaturales o forzados, cambies las posiciones para darle el pecho, para hacerle mimos y para darle masajes al bebé: se beneficiará también el desarrollo de su simetría.

Si se deja a un niño pequeño siempre en las mismas posiciones, éste adquirirá, con el tiempo, hábitos posturales demasiado rígidos.

¿Y para los niños más movidos?

Lo ideal es hacerles adoptar la posición buda. Cuando el niño está agitado, es necesario cogerle en brazos, hacer que se siente cogiéndole las piernas y entrecruzándoselas, como si adoptase la posición tipo buda, y dejando la espalda apoyada sobre tu cuerpo y a él la posibilidad de mirar al mundo.


¿Cuánto debe durar un masaje?

Será el niño mismo quien se lo haga saber a la mamá cuando esté cansado, mostrándose un poco nervioso y molesto.


¿Es recomendable masajear la cara del bebé?

Es mejor no masajearle la cara. El niño, con muecas y sonrisas, desarrolla sus capacidades faciales.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/3-6-meses/masaje-bebe-consejos-experta-669

Regurgitación del bebé

Regurgitación. El bebé echa leche después de las tomas

La regurgitación se puede definir como un mecanismo de autorregulación mediante el cual el recién nacido expulsa el exceso de leche. En otras palabras, es la emisión de la leche que todavía no se ha digerido. Se reconoce porque todavía no tiene el típico aspecto, similar al requesón, que sí adquiere cuando ya se ha iniciado el proceso digestivo.


Se trata de un fenómeno fisiológico que no debe preocupar. Muy probablemente, se debe a un desarrollo incompleto del cardias, una pequeña válvula situada entre el esófago y el estómago que regula el paso de los alimentos. En el primer mes, lo sufren el 90 por ciento de los recién nacidos, mientras que el fenómeno tiende a disminuir alrededor de los tres o cuatro meses, hasta desaparecer por completo antes de cumplir el primer año. Respondemos a las preguntas más frecuentes de las mamás.

Mamitis

El niño tiene mamitis

Si tu hijo te sigue a todas partes, no te pierde de vista ni un segundo y quiere que le mimes y que le cojas en brazos a menudo, no lo dudes: tiene "mamitis".

Cuando el pequeño se encuentra en esta fase, que generalmente se manifiesta alrededor de los trece meses, encontrar un poco de tiempo para ti misma resulta casi imposible. No es extraño que, coincidiendo con esta fase, rechace la presencia de los abuelos o del canguro.

Este comportamiento contribuye a hacer nacer en ti sentimientos de culpa (totalmente injustificados), que te pueden hacer pensar que estás aplicando un método educativo inadecuado.

Mamitis: ¿Qué es?

La "mamitis" se debe a la ansiedad por la separación, y es una fase normal del desarrollo que va disminuyendo gradualmente, a medida que el niño crece. En este período, el pequeño desea estar siempre con su madre y siente angustia si ella se aleja: se siente inseguro, asustado, triste y a veces enfadado.

El llanto, los gritos y, en ocasiones, los caprichos son sus maneras de manifestar sus emociones, y su nivel de "mamitis" muestra su adaptabilidad a los cambios. Este comportamiento no aparece de golpe ni desaparece de un día para otro. Además, se manifiesta a causa de una suma de factores. Se atenúa cuando, con el paso del tiempo, estos elementos pierden importancia:

• Dependencia de la madre. A esta edad, la madre representa la seguridad en los momentos difíciles, cuando el pequeño está cansado o cuando experimenta una frustración (una caída o el descubrimiento de que un objeto está fuera de su alcance).

• Miedo a las novedades. Cuando tiene un año, la madre forma parte del ambiente que le rodea y, cuando ella no está, se siente perdido. Si no la ve en la cocina a la hora de comer, u otra persona le da de comer, por ejemplo, aflora su inseguridad.

• Falta de noción del tiempo. El niño no es capaz de percibir el paso del tiempo y, por lo tanto, no comprende que el alejamiento de su mamá es una situación momentánea.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/ninos/psicologia-infantil/mamitis-175

El primer día de guardería

El primer día de guardería

Es importante que la mamá (el papá, los abuelos, el canguro o cualquier figura de referencia del niño) esté presente durante los primeros días, que serán de transición.


La persona que se encargue de la “inserción” del niño en la guardería hará de intermediario entre el niño y el nuevo entorno, procurando sobre todo que el pequeño les coja confianza a los cuidadores de la guardería.

Cómo preparar el inicio de la guardería: las claves del éxito

● Los papás del niño deberán estar seguros y convencidos de la decisión, para transmitir tranquilidad, confianza y entusiasmo al pequeño. Esto favorecerá la adaptación del niño. El niño percibe y absorbe la ansiedad de sus padres.

● Si, antes de iniciar la guardería, el niño ya está acostumbrado a separarse de la madre será una gran ventaja. Y es que el miedo a la separación, al abandono es una de las principales dificultades para el niño.

Además, la separación de la madre es más fácil de asumir si se hace de un modo gradual. Por lo que este “entrenamiento” previo puede hacerse en mejores condiciones.

Durante el rato que la mamá esté ausente, es recomendable que el niño esté con algún familiar o alguna persona conocida con la que tenga trato y confianza, y se sienta a gusto.

Se puede empezar por ratos cortos y cada vez alargar más la separación, hasta que se conviertan en toda una tarde. Llegados a este punto, el niño estará preparado para “enfrentarse” a la guardería.

● La despedida puede ser uno de los peores momentos del primer día de guardería. Hay que evitar irse de “hurtadillas” cuando el niño está despistado, ya que el niño podría vivirlo como un abandono.

Es bueno proporcionar al niño unas palabras breves de despedida para consolarle, pero sin alargar el momento en exceso. Además, no hay que sucumbir a los llantos del niño y pataletas del niño, ni ofrecerle golosinas u otros “premios” para que se calme.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/cuidados/guarderia-primer-dia-726

Contagios y enfermedades en la guardería

Enfermedades en la guardería

El sistema inmunitario del pequeño se activa ante los estímulos de los agentes infecciosos (bacterias, virus…). Las defensas del niño se volverán más fuertes y agresivas si se produce un contacto sucesivo con el mismo agente patógeno, ya que el organismo activará su “memoria” inmunológica.


Por lo tanto, puede que el niño enferme más a menudo en la guardería o el colegio. Sin embargo, en compensación, durante esta etapa, se enfrentará mejor a los virus y a las bacterias.

Es necesario controlar que cada vez se trata de trastornos y enfermedades diferentes, y no de los mismos que se repiten. La recaída puede suponer una mala curación o unas defensas débiles o insuficientes.

Si el niño padece primero un resfriado y después una laringitis, los padres pueden estar tranquilos, porque significa que su sistema inmunitario funciona correctamente.

Las enfermedades a las que el niño estará más expuesto son el sarampión, la parotiditis, la rubéola y la varicela, que se contraen después de los tres años y de las cuales el niño ya está vacunado.

http://www.mibebeyyo.com/bebes/9-12-meses/guarderia-enfermedades-730

Hipo: aliviarlo en el bebé


El hipo se debe a una repentina contracción del diafragma, que empuja el aire en los pulmones causando el cierre de las cuerdas vocales y produciendo un ruido característico. En la mayoría de los casos, aparece sin un motivo preciso y, desde el punto médico, no reviste ningún significado particular.

Una indigestión o el hecho de tener el estómago demasiado lleno pueden causar la comprensión del diafragma y, como consecuencia, el hipo del bebé. Por el mismo motivo, el hipo se manifiesta, sobre todo, si se beben demasiadas bebidas gaseosas. Es frecuente, especialmente, en los primeros meses de vida del bebé, puesto que, en el lactante, el cardias, la válvula que comunica el esófago con el estómago, aún no se ha desarrollado por completo y, por lo tanto, no se cierra perfectamente. El hipo también puede aparecer después de una crisis de llanto, después de una regurgitación o cuando el niño come demasiado rápido: en todas estas situaciones, el niño traga mucho aire y esto es lo que provoca el hipo.

En el caso de que se trate de un lactante, para hacer cesar el hipo, se le pueden ofrecer algunas cucharadas de agua, ponerle al pecho durante algunos segundos o darle el biberón. Si el niño es más mayorcito, además de los remedios indicados para los lactantes, se pueden obtener resultados pellizcando fuertemente la punta del meñique del niño o bien se le puede ofrecer una cucharada de miel o de azúcar, repitiendo el intento tres veces, con intervalos de dos minutos entre uno y otro, si el primero no funcionase.

Lo que nunca hay que hacer para aliviar el hipo es tapar la nariz al niño para obligarle a retener la respiración: en muchos casos, sólo se obtiene que el niño llore desconsoladamente.


Cuándo dirigirse al pediatra

Se puede consultar al pediatra en los siguientes casos:

- Si el hipo dura más de tres horas: el tiempo necesario para que el estómago se vacíe.

- Si el niño está sufriendo: llora, está inquieto y tiene fiebre.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/ninos/enfermedades-nino/aliviar-hipo-bebe-1851

Cómo elegir la guardería

Elegir guardería

La elección de una guardería debe ser una decisión meditada, pero también una cuestión de confianza. La guardería elegida debe gustar a la mamá, para que ésta transmita seguridad al niño.

Frente a un amplio abanico de posibilidades, el dilema consiste en descubrir cuál es la mejor guardería antes de presentar la solicitud de inscripción.

Sin embargo, a menudo, el problema no es cuál guardería elegir, si no conseguir plaza en el jardín de infancia deseado por los padres.

En nuestro país, los requisitos que deben cumplir las guarderías están recogidos en la Ley de Orientación General del Sistema Educativo (LOGSE).

Asimismo, las comunidades autónomas poseen una normativa específica, que aumenta las garantías de seguridad e higiene de las instalaciones.

Dejando a la ley el deber de controlar los requisitos mínimos de cada centro, a las mamás les toca juzgar el clima afectivo, el estilo de las relaciones y las formas de acogida, entre otros. En resumen aquel "quid" que hará de una guardería "nuestra" guardería.

La respuesta no es siempre sencilla. Si bien es cierto que a menudo se prefiere, por comodidad, la guardería que está más cerca de casa, también se puede optar por una guardería cerca del trabajo o de los abuelos.

No obstante, hay que tener en cuenta muchos otros aspectos a la hora de elegir, como el espacio, las actividades, el personal o el horario.

Si todavía no has elegido guardería para tu hijo, esta guía con los criterios de elección puede serte muy útil. Si ya tienes guardería, comprueba si cumple con las recomendaciones de los especialistas.

En el momento de elegir la guardería, hay que tener en cuenta:

El personal

Los horarios

El espacio

La decoración, los materiales y los juegos

La acogida en los primeros días

Las actividades

La participación de los padres

El comedor

El jardín

Los recursos para niños especiales

No siempre es posible cumplir a rajatabla con todos los requisitos o las guarderías no satisfarán al 100% a los papás; estas recomendaciones no dejan de ser una guía.

Sin embargo cuantos más requisitos se cumplan, más cerca estaremos de la guardería “perfecta”.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/9-12-meses/guarderia-como-elegir-731

El rito de las despedidas

despedidas

Cuando os despedís del niño, es importante hacerle entender que alejarse no es una forma de libraros de él, sino que es una exigencia de la rutina diaria. Explicadle dónde vais, cuándo volveréis, cuánto os disgusta tener que dejarle e inundadle de mimos.

Para preparar su entrada en el colegio, inventad una cancioncilla que contenga su nombre y que, en caso necesario, pueda servirle de código secreto para imaginar que está de nuevo con sus padres y a salvo.

Una vez le hayáis tranquilizado, la separación debe ser firme y clara, sin vuelta atrás ni remordimientos. Prolongar más allá de lo razonable los ritos de la despedida no sirve para evitar las lágrimas. Es más, suele acentuarlas y convence al niño de que no estáis seguros de lo que hacéis.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/ninos/psicologia-infantil/rito-despedidas-4812

Fiebre

La fiebre en los niños. Tratamientos

Se considera fiebre la temperatura corporal interna (tomada por vía anal) superior a 37,5 ºC. Por el contrario, se habla de fiebre alta cuando la temperatura supera los 38,5ºC.

La fiebre es un síntoma muy común en los niños y lo importante es controlar si entre las 24 horas a partir de la manifestación del malestar, el niño muestra otros síntomas como diarrea, vómitos o tos.

En caso de fiebre, hay que actuar así:

• Administrarle un antitérmico, previamente prescrito por el pediatra.

• Bañarle en agua templada para favorecer la dispersión del calor.

• Dar de beber mucho agua al niño.

• Cuando la fiebre haya desaparecido, el niño necesita otros cuatro o cinco días de convalecencia, lo que significa que debe guardar reposo y sólo puede salir de paseo en las horas más cálidas de día.

• Los golpes de frío son muy peligrosos, ya que la gripe provoca una inmunodeficencia transitoria que priva al organismo de los mecanismos de defensa naturales.

• Evita que el niño entre en contacto con personas que estén resfriadas y no le lleves a lugares muy concurridos o poco aireados.


Alimentos útiles para la fiebre:

• Cuando el niño tiene fiebre, suele perder el apetito. Por este motivo, debes prepararle platos apetitosos y ligeros,y dar preferencia a los purés de verdura y a los alimentos "fluidos".

• Con la fiebre, el pequeño pierde una gran cantidad de líquidos, por lo que necesita beber mucho para hidratarse.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/ninos/enfermedades-nino/fiebre-1257

Cómo se produce la erupción de los dientes














Cada niño sigue su propio ritmo, debido a sus características constitucionales concretas. Los primeros dientes pueden permanecer ocultos bajo las encías durante semanas antes de "salir al descubierto", o bien pueden perforar el tejido gingival de forma repentina, sin ninguna señal de aviso.

Generalmente, el primer diente aparece antes del año, con mayor frecuencia alrededor de los seis meses. En cualquier caso, los tiempos son muy variables.
Cuando el diente está a punto de salir, la encía cambia de aspecto: se hincha y enrojece y, al tacto, presenta una protuberancia dura, de color blanquecino, la irritación es molesta y, algunas veces, dolorosa para el pequeño.

Es normal que el niño tenga menos apetito, que presente una salivación más abundante de lo normal (debida a la molesta sensación de picor causada por el estreñimiento de las encías) y que sienta la necesidad de morder, con el fin de aliviar su malestar.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/salud-bebe/erupcion-dientes-4292

Los primeros dientes del niño

Los primeros dientes del bebé

A algunos bebés, a los cuatro meses ya les ha salido el primer diente. Otros, en cambio, con un año, aún no tienen ninguno. La mayor o menor precocidad en la salida de los dientes es una característica individual, que varía de un niño a otro, y que muchas veces tiene un componente hereditario.

Contrariamente a lo que muchos papás piensan, el retraso en la aparición de los dientes no se debe a una carencia de calcio. De hecho, el niño ya obtiene la cantidad necesaria de este mineral mediante la ingesta de leche y de derivados lácteos, alimentos, en general, muy abundantes en la dieta de los primeros años de vida. Por esta razón, si la alimentación del niño es correcta, no sirve de nada administrar complementos de calcio, con el fin de estimular la erupción de los dientes. "Únicamente, en el caso de que a los catorce o quince meses aún no hubiese ningún síntoma de aviso de una próxima erupción dentaria, sería interesante hacer alguna investigación para descubrir si alguna cosa no funciona", ha explicado nuestro pediatra, Luis G. Trapote.

La salida de los dientes viene acompañada, normalmente, de ligeros trastornos para el niño, como fiebre y resfriado y, a veces, incluso, de diarrea e irritaciones. Un hecho que ha vuelto a demostrarse en un estudio reciente realizado en la Universidad La Sapienza de Roma, que ha ofrecido datos incuestionables sobre la relación que existe entre esta etapa del desarrollo del niño y una serie de pequeños trastornos.

Cuándo aparecen los primeros dientes del bebé:

En la mayoría de los niños, el orden de aparición de los dientes de leche se adapta a la evolución de su alimentación. Los primeros en salir son los incisivos, ideales para masticar verduras y alimentos blandos; más tarde, apuntan los molares y caninos, adaptados a la carne. He aquí el orden de aparición:

• 6-8 meses: incisivos centrales inferiores
• 7-10 meses: incisivos centrales superiores
• 8-10 meses: incisivos laterales superiores
• 10-14 meses: incisivos laterales inferiores
• 14-20 meses: molares más internos, superiores e inferiores
• 16-24 meses: caninos, inferiores y superiores
• 24-30 meses: molares externos, superiores e inferiores.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/6-9-meses/primeros-dientes-nino-167

lunes, 22 de noviembre de 2010

Sentarse

El sentarse por sí mismo le da a tu bebé una nueva perspectiva del mundo. Una vez que ha fortalecido los músculos de su cuello y brazos lo suficiente para mantenerse erguido y ha aprendido dónde colocar sus piernas para no tropezarse, es sólo cuestión de tiempo hasta que empiece a gatear, ponerse y caminar.

Cuándo comienza a sentarse




Cómo se prepara tu bebé para sentarse y truquitos para ayudarle.

Tu bebé probablemente empezará a sentarse por sí solo entre los 4 y 7 meses. Este es también el periodo en que aprenderá a darse la vuelta cuando está echado en el suelo y a mantener erguida la cabeza. A los 8 meses, aproximadamente, el 90 por ciento de los bebés puede sentarse bien sin apoyo durante varios minutos. (Incluso los bebés que dominan la posición de sentados acaban desplomándose, normalmente porque pierden interés en mantenerse erguidos).

Cómo se desarrolla

Es cierto que puedes poner y sujetar a tu bebé en posición sentada casi desde el primer día. Pero no se sentará de verdad y por sí mismo hasta que adquiera control de la cabeza. Hacia los 4 meses comienzan a fortalecerse rápidamente los músculos del cuello y la cabeza, y el bebé los empleará para elevarla y mantenerla erguida mientras está tumbado sobre su barriga.

Lo siguiente que hará es aprender a apoyarse en sus brazos y a separar el pecho del suelo, como una especie de miniflexión. A los 5 meses ya puede ser capaz de estar sentado un rato por sí solo, aunque es recomendable que tú estés cerca para ayudarlo; también es bueno que lo rodees con almohadas para amortiguar una posible caída.

Pronto tu bebé aprenderá a mantener el equilibrio mientras está sentado extendiendo hacia adelante uno o los dos bracitos y apoyándose en ellos. A los 7 meses, probablemente podrá sentarse sin apoyo (lo que liberará sus manos para explorar el entorno) y aprenderá a girarse para alcanzar los objetos mientras está sentado. Quizás en este momento sepa ya utilizar los brazos para impulsarse cuando está tumbado sobre su barriga y sentarse. A los 8 meses, lo más probable es que se siente perfectamente sin ningún apoyo.

Qué viene después

Te puedes imaginar qué ocurre después de que tu bebé aprenda a impulsarse hacia adelante desde la posición de sentado y a mantener el equilibrio sobre sus manos y rodillas. Puede aprender a moverse para adelante (o para atrás) a "cuatro patas" a partir de los 6 ó 7 meses, y a gatear a los 10. Con esta edad tu niño ya tiene mucha movilidad y mucha curiosidad, por lo que es muy importante que la casa esté a prueba de niños.

Muchos pediatras recomiendan esperar hasta que el bebé se pueda sentar sin demasiado apoyo para empezar a darle alimentos sólidos.

Tu papel

Elevar la cabeza y el pecho de tu bebé lo ayudan a fortalecer los músculos del cuello y a desarrollar el control necesario en la cabeza para estar sentado. Le puedes ayudar animándolo a que juegue boca abajo en el suelo y llamándolo para que mire hacia arriba. También puedes mostrarle un juguete sonoro o un espejo cuando está en esa posición para que levante la cabecita; estos objetos, además, sirven para comprobar que su oído y su vista están bien. Una vez que tu bebé se sienta cómodo y seguro estando sentado, coloca juguetes y otros objetos cerca de él, aunque fuera de su alcance, en los que pueda concentrar su atención mientras aprende a mantener el equilibrio con la ayuda de sus brazos.

Como siempre, y especialmente mientras aprende a sentarse, asegúrate de estar cerca de él por si se cae, o por si quiere mostrarte sus nuevas destrezas.

Cuándo preocuparse

Si ves que tu bebé no es capaz de mantener erguida la cabeza para los 6 meses y todavía no ha aprendido a mantenerse derecho apoyándose en sus brazos, habla de ello con su pediatra la próxima vez que lo visites. Los bebés se desarrollan a su propio ritmo, algunos más rápido que otros, pero el control de la cabeza es esencial para poder sentarse independientemente. Y sentarse es fundamental para aprender a gatear, a ponerse y a caminar. Ten en cuenta que los bebés prematuros pueden llegar a estas etapas de desarrollo o momentos claves del desarrollo meses más tarde que los nacidos a término.


Aquí puedes ver un vídeo de cómo se prepara tu bebé para sentarse

Fuente: http://www.babycenter.es/baby/hitos_del_desarrollo/sentarse/

Juguetes para bebés recién nacidos


Lo que más le gustará a tu bebé en los primeros meses, cuando aún no sabe coger objetos o sentarse, son las cosas que pueda ver y escuchar. Al principio, verá borroso y se fijará en objetos que estén aproximadamente a una distancia de 20 a 35 cm de sus ojos. El rostro humano le llamará la atención y podrá reconocer el tuyo al cumplir más o menos 1 mes de vida, pero también le gustarán las fotos o dibujos de rostros de tamaño más grande.

A esta edad le atraen los diseños con grandes contrastes y los colores chillones porque son los que mejor ve. Ya ha aprendido a apreciar los sonidos y la música suave. (Busca las letras de todas tus canciones de cuna favoritas.) Los objetos que se mueven lentamente y producen un sonido suave le resultan mucho más interesantes que los que están fijos y en silencio.

Juguetes de mano: Como tu bebé no ve muy bien de lejos, apreciará todo lo que le coloques en su línea visual. Aunque no podrá todavía sostener juguetes, mostrará sus preferencias queriendo tocar aquellos que le gustan.

Grabadora o cajita de música: La música es una de las mejores maneras de entretener y calmar a tu niño. Hazle oír varios tipos de música y fíjate cómo responde.

Móviles: Los móviles pueden agregar una nueva dimensión a la visión horizontal del mundo que tiene el bebé. Busca los que tengan grandes contrastes de colores y diseños. A muchos bebés les gustan especialmente los juguetes con música. Cuélgalos en la barandilla de la cuna. Los niños de esta edad miran hacia la derecha el 80 por ciento de las veces, de modo que un juguete puesto por encima de la cabeza o a la izquierda tendrá un valor limitado en este momento. Por seguridad, mantén el juguete fuera del alcance del bebé.

Espejo irrompible: Aunque en esta etapa no se dan cuenta de que están mirándose a sí mismos, a los bebés les encanta ver reflejada su imagen. Y a la edad de 3 meses, tal vez tu bebé ya haya entablado una relación con su propia imagen y haya empezado a sonreírle. Busca un espejo que puedas atar al lado de la cuna o colgar cerca de la superficie donde le cambias los pañales.

Libros blandos con grandes contrastes: Los libros blandos con diseños o decoraciones fáciles de ver están especialmente diseñados para bebés. Acuéstate a su lado para que pueda ver cómo pasas las hojas a medida que le lees en voz alta: vale la pena leerle incluso a esta edad.

Juguetes sensoriales: Los juguetes blandos que vibran o suenan al apretarlos divertirán a tu bebé durante muchos meses. Los sonidos también lo ayudarán a darse cuenta de qué es lo que está haciendo su mano.

Sonajeros en las muñecas y en los tobillos: Ata un sonajero blando a la muñeca o al tobillo de tu bebé, o ponle calcetines que tengan cascabeles cosidos para que se entretenga un buen rato mientras experimenta con los nuevos sonidos que él mismo es capaz de producir.

Campanillas de viento: Son esos tubitos de metal que cuelgas y suenan cuando los agita el viento. A los bebés les encanta la música suave, así que puedes colgarlas en algún lugar dónde pueda ver cómo se mueven y escuchar su sonido. Si las colocas arriba de la cuna, quizás tu bebé se acostumbre a mirarlas durante algunos minutos antes de quedarse dormido. También puedes levantar a tu bebé de vez en cuando para que él mismo pueda tocar las campanillas.

Fuente: http://www.babycenter.es/baby/jugar/juguetes_0_a_3_meses/