jueves, 19 de agosto de 2010

Lactancia


CONSERVACIÓN DE LA LECHE MATERNA
En algunas ocasiones puede ser útil extraer la leche para que alguien alimente al bebé cuando la madre no pueda hacerlo o bien para aliviar las molestias producidas por un exceso de leche en períodos en los que el apetito del bebé disminuye. La extracción de la leche puede hacerse de forma manual o de manera mecánica, mediante un "sacaleches", y recogerse de forma higiénica en recipientes especiales destinados a tal fin, cerrados de forma hermética para evitar su posterior contaminación. Según la Asociación Española de Pediatría, la leche materna puede conservarse en el frigorífico alrededor de cinco días y congelada entre tres y seis meses, en función de la temperatura. Es recomendable guardarlos en cantidades pequeñas (una toma) para evitar reutilizarla y etiquetarlos de forma correcta, descongelar en el frigorífico y, una vez descongelada, no volver nunca a congelar.

ALIMENTACIÓN DURANTE LA LACTANCIA
Aunque no se trata de contaminantes, es recomendable evitar ciertos alimentos de gusto fuerte ya que trasfieren a la leche materna sustancias que pueden alterar su sabor y provocar rechazo: verduras de la familia de las coles, ajo, cebolla, espárragos y especias. Es importante no tomar por cuenta propia ningún suplemento vitamínico que no haya recomendado el médico, y seguir todas sus indicaciones en cuanto a ingestión de fármacos.

Fuente: http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/ciencia-y-tecnologia/2010/08/12/194462.php

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