¿Por qué me duelen tanto los pechos ahora que estoy embarazada?
Los cambios hormonales durante el embarazo producen un mayor flujo sanguíneo y cambios en los tejidos de la mama, lo cual puede hacer que sientas tus pechos hinchados, doloridos, con hormigueo y más sensibles al tacto que de costumbre. Algunas mujeres describen esta sensación como una versión exagerada de lo que se siente en los pechos antes de menstruar.
La sensibilidad en los pechos es uno de los primeros síntomas del embarazo. Generalmente comienza entre las 4 y las 6 semanas del embarazo y continúa durante los primeros tres meses.
¿Qué otros cambios puedo esperar?
A las ocho semanas de embarazo aproximadamente, los senos también comienzan a crecer y esto seguirá ocurriendo durante todo el embarazo. Es normal que aumentes una o dos tallas de sujetador en las copas, especialmente si es tu primer bebé. Es posible que sientas picor en los pechos a medida que se estira tu piel e incluso puede que te aparezcan estrías.
Quizá se te vean las venas a través de la piel de los senos, y los pezones se agrandarán y oscurecerán. Después de los primeros meses, las areolas — los círculos más oscuros que bordean los pezones — también crecerán y se pondrán más oscuras. ¡La naturaleza es muy sabia y crea un blanco perfecto y bien definido para tu bebé!
Puede ser que antes no te hayas dado cuenta de los pequeños abultamientos que hay en las areolas. Pero ahora estos bultitos, que son un tipo de glándulas que se encargan de producir una sustancia aceitosa y que se conocen como glándulas de Montgomery, pueden volverse mucho más pronunciados. Tus pechos experimentan estos cambios con el fin de prepararse para la lactancia.
Aproximadamente en el tercer mes de embarazo, los pechos comienzan a producir calostro, la leche especial que alimentará a tu bebé cuando recién comience a lactar y que le proporcionará una maravillosa protección contra infecciones. Durante los últimos meses de embarazo, es posible que comiences a segregar una pequeña cantidad de esta sustancia espesa y amarillenta, aunque algunas mujeres comienzan a segregarla antes y otras jamás lo hacen.
¿Puedo hacer algo para aliviar el dolor?
La mejor opción es que te compres un buen sujetador. Ve a un almacén grande donde vendan ropa interior o a una tienda especializada en mujeres embarazadas, y busca una vendedora con experiencia que te ayude a encontrar el más adecuado para ti.
Seguramente ahora un sujetador con aros te molestará. Para evitar roces, busca materiales suaves que no tengan costuras cerca del pezón. Los sujetadores de algodón te resultarán más cómodos y absorbentes que los sintéticos.
Si deseas sujeción adicional durante el día, usa un sujetador especial para embarazadas, que tendrá tiras gruesas que no se te clavarán en los hombros, una construcción solida y varios cierres atrás para ir acomodando el crecimiento de tu caja torácica. Durante el tercer trimestre, quizá vale la pena comprar un sujetador para la lactancia, porque de todas formas necesitarás uno para amamantar a tu bebé. Durante la noche, intenta usar un sujetador nocturno para embarazada, un sujetador suave de algodón que no aprieta y que se compra en las tiendas de maternidad.
Es particularmente importante usar un sujetador que sujete bien los pechos y sea cómodo mientras haces ejercicio, porque los pechos te pesarán más. Un sujetador deportivo te proporcionará la sujeción adicional que necesitas y te aliviará el dolor.
Al comprar un sujetador puedes optar por elegir uno que te vaya un poco grande, de modo que tus pechos tengan espacio para crecer, ya que es posible que aumentes una talla o dos (tanto en las copas como en el perímetro torácico) a medida que aumenten de volumen y tu barriga crezca. Al elegir un sujetador, asegúrate de que puedes abrocharlo cómodamente en la posición más ajustada, para poder ir usando los otros cierres a medida que te vayas ensanchando y te vayan creciendo los pechos. Esto te irá muy bien, especialmente si compras un sujetador de lactancia antes de que nazca el bebé, ya que al subirte la leche, puede volver a aumentar el tamaño de los pechos.
Fuente: http://www.babycenter.es/pregnancy/sintomas/cambios_en_los_pechos/
Los cambios hormonales durante el embarazo producen un mayor flujo sanguíneo y cambios en los tejidos de la mama, lo cual puede hacer que sientas tus pechos hinchados, doloridos, con hormigueo y más sensibles al tacto que de costumbre. Algunas mujeres describen esta sensación como una versión exagerada de lo que se siente en los pechos antes de menstruar.
La sensibilidad en los pechos es uno de los primeros síntomas del embarazo. Generalmente comienza entre las 4 y las 6 semanas del embarazo y continúa durante los primeros tres meses.
¿Qué otros cambios puedo esperar?
A las ocho semanas de embarazo aproximadamente, los senos también comienzan a crecer y esto seguirá ocurriendo durante todo el embarazo. Es normal que aumentes una o dos tallas de sujetador en las copas, especialmente si es tu primer bebé. Es posible que sientas picor en los pechos a medida que se estira tu piel e incluso puede que te aparezcan estrías.
Quizá se te vean las venas a través de la piel de los senos, y los pezones se agrandarán y oscurecerán. Después de los primeros meses, las areolas — los círculos más oscuros que bordean los pezones — también crecerán y se pondrán más oscuras. ¡La naturaleza es muy sabia y crea un blanco perfecto y bien definido para tu bebé!
Puede ser que antes no te hayas dado cuenta de los pequeños abultamientos que hay en las areolas. Pero ahora estos bultitos, que son un tipo de glándulas que se encargan de producir una sustancia aceitosa y que se conocen como glándulas de Montgomery, pueden volverse mucho más pronunciados. Tus pechos experimentan estos cambios con el fin de prepararse para la lactancia.
Aproximadamente en el tercer mes de embarazo, los pechos comienzan a producir calostro, la leche especial que alimentará a tu bebé cuando recién comience a lactar y que le proporcionará una maravillosa protección contra infecciones. Durante los últimos meses de embarazo, es posible que comiences a segregar una pequeña cantidad de esta sustancia espesa y amarillenta, aunque algunas mujeres comienzan a segregarla antes y otras jamás lo hacen.
¿Puedo hacer algo para aliviar el dolor?
La mejor opción es que te compres un buen sujetador. Ve a un almacén grande donde vendan ropa interior o a una tienda especializada en mujeres embarazadas, y busca una vendedora con experiencia que te ayude a encontrar el más adecuado para ti.
Seguramente ahora un sujetador con aros te molestará. Para evitar roces, busca materiales suaves que no tengan costuras cerca del pezón. Los sujetadores de algodón te resultarán más cómodos y absorbentes que los sintéticos.
Si deseas sujeción adicional durante el día, usa un sujetador especial para embarazadas, que tendrá tiras gruesas que no se te clavarán en los hombros, una construcción solida y varios cierres atrás para ir acomodando el crecimiento de tu caja torácica. Durante el tercer trimestre, quizá vale la pena comprar un sujetador para la lactancia, porque de todas formas necesitarás uno para amamantar a tu bebé. Durante la noche, intenta usar un sujetador nocturno para embarazada, un sujetador suave de algodón que no aprieta y que se compra en las tiendas de maternidad.
Es particularmente importante usar un sujetador que sujete bien los pechos y sea cómodo mientras haces ejercicio, porque los pechos te pesarán más. Un sujetador deportivo te proporcionará la sujeción adicional que necesitas y te aliviará el dolor.
Al comprar un sujetador puedes optar por elegir uno que te vaya un poco grande, de modo que tus pechos tengan espacio para crecer, ya que es posible que aumentes una talla o dos (tanto en las copas como en el perímetro torácico) a medida que aumenten de volumen y tu barriga crezca. Al elegir un sujetador, asegúrate de que puedes abrocharlo cómodamente en la posición más ajustada, para poder ir usando los otros cierres a medida que te vayas ensanchando y te vayan creciendo los pechos. Esto te irá muy bien, especialmente si compras un sujetador de lactancia antes de que nazca el bebé, ya que al subirte la leche, puede volver a aumentar el tamaño de los pechos.
Fuente: http://www.babycenter.es/pregnancy/sintomas/cambios_en_los_pechos/
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