martes, 20 de julio de 2010

La trona más adecuada para el bebé

Ha llegado el momento de pasar de los brazos de mamá y papá a la trona, donde el niño puede comer solito y conquistar su autonomía. Los criterios debemos tener en cuenta a la hora de elegir la trona para el bebé.

La trona del bebé es un producto indispensable durante los primeros años del pequeño. Lo mejor sería tener dos: una en casa y otra, más ligera y manejable, para llevar en el coche, cuando se va a un restaurante, a casa de los abuelos o se hace una salida de fin de semana. La trona puede comenzar a utilizarse a partir del momento en el que el niño cumple seis meses, es decir, cuando ya es capaz de mantenerse sentado por sí solo. De esta manera, se le ofrece una posición cómoda para tomar la papilla, jugar o disfrutar de unos momentos de descanso.
Si está regulada a la medida justa, la madre podrá dar cómodamente la comida al niño, permaneciendo sentada y sin verse obligada a efectuar movimientos forzados. En el caso de que la tenga, la bandeja de la trona será la mesa personal del pequeño y, una vez que se haya limpiado, le servirá también de superficie de apoyo para sus juguetes.
Cuando ya sea más mayorcito, quitando la bandeja, el niño podrá comer en la mesa con los mayores, permaneciendo sentado en su trona completamente seguro. Esto supondrá para él una nueva conquista y un fuerte estímulo de cara a su socialización. Y, también, será un motivo de orgullo para los padres, quienes le perdonarán sus múltiples “desastres” con la comida.

De qué material debe estar hecha la trona del bebé:

En el momento de comprar una trona, además de comprobar que sea práctica y funcional, también deben tomarse en consideración otros factores. Según el material en el que han sido fabricadas, la elección puede recaer en tres tipos de trona distintos:

Tronas mixtas
• Tronas cuya estructura es de plástico (se suele emplear el polipropileno) y el nailon se utiliza para las junturas que están sometidas a determinados esfuerzos.
• Tronas cuya estructura es de metal (tubos de acero), que ofrecen óptimas garantías en lo relativo a la solidez y la higiene, y cuyas junturas están cubiertas por materiales de plástico.

Tronas de plástico
También hay tronas que son completamente de plástico, y que resultan muy sólidas, higiénicas y bastante ligeras.

Tronas de madera
Las tronas de madera combinan perfectamente con cualquier tipo de decoración y ambiente, y duran mucho tiempo. Las partes acolchadas suelen estar forradas con PVC, que es un material lavable y atóxico, o con algodón, un tejido natural que favorece la transpiración.

Características básicas de las tronas para el bebé

• Plegables o fijas. Las tronas fijas son una óptima solución si se dispone de espacio. Otras tronas se pueden plegar, ocupando, así, un espacio más reducido. Estas últimas se pueden guardar en cualquier rincón de la casa y transportar cómodamente en el coche.
• Regulables. Muchos modelos disponen de un asiento regulable en altura, lo cual permite adaptarla a las necesidades del momento y poderla utilizar como una silla.
• Con respaldo reclinable. Permite al niño adoptar una posición más cómoda, para que pueda descansar un ratito. Sin embargo, la trona no puede sustituir a la cunita, donde hay que acostar al niño si se duerme de verdad. Aunque sea cierto que, en la actualidad, las tronas son prácticas y cómodas, de cara a un correcto desarrollo del pequeño, los pediatras aconsejan no dejarle durante más de media hora seguida en una posición que limite sus movimientos, pues, para desarrollarse, necesita ejercitar con plena libertad todas las partes de su cuerpo.
• Con asiento amplio y cómodo. Los modelos más recientes, además de tener en cuenta el crecimiento del niño, ofrecen unos asientos amplios y cómodos, apropiados hasta el momento en el que el niño cumple tres o cuatro años de edad. También presentan diversos accesorios, como, por ejemplo, una sillita reductora, destinada a que los más pequeños puedan sentarse como es debido, y que puede quitarse cuando el niño crezca.
• Transformables y evolutivas. En el mercado, también hay tronas pensadas para tener una utilidad cuando el niño crezca. Pueden transformarse, por ejemplo, en cómodas butaquitas, que el niño podrá utilizar durante mucho tiempo en su habitación, o en un práctico conjunto de mesa y silla. Otros modelos, como algunas tronas de madera, pueden regularse en altura, por lo que van creciendo con el niño hasta convertirse en sillas para adultos.
• Asimismo, algunas tronas también disponen de una bandeja que puede quitarse y regularse en distintas posiciones, tanto para que los papás puedan sentar o sacar más fácilmente al niño de la trona, como para adaptarse al crecimiento del pequeño. Otras, en cambio, no llevan bandeja, pues están pensadas para que el pequeño pueda sentarse a comer en la mesa con sus papás.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/compras-bebes-ninos/tronas-bebe-3819

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