lunes, 24 de enero de 2011

Primeros auxilios para la asfixia y reanimación cardiopulmonar para bebé: una guía ilustrada

Revisado por especialistas en servicios de emergencias de la Cruz Roja Estadounidense, Mayo de 2008.

A ninguno de nosotros nos gustaría enfrentarnos una situación en la que tendríamos que salvar la vida de nuestro bebé, pero es algo que puede suceder. Los bebés pueden ahogarse con alimentos o juguetes, caerse al agua de la bañera o de una piscina y asfixiarse con cordones de, por ejemplo, prendas de vestir, bolsos y cortinas. Si alguna vez te encuentras en una situación de emergencia, con tu bebé ahogándose o si deja súbitamente de tener signos vitales, tendrás saber qué hacer.

Hemos preparado esta guía detallada que explica los pasos básicos que hay que saber sobre primeros auxilios ante un caso de asfixia, así como los pasos para efectuar una reanimación cardiopulmonar. No obstante, no debes tomarla como tu única fuente de información.

Resérvate algunas horas para tomar un curso de reanimación cardiopulmonar para bebés y niños que te permita aprender y practicar las técnicas apropiadas. Estas técnicas difieren según sea la edad del niño, y si se hacen de manera incorrecta pueden causar daños.

Si deseas encontrar un curso en tu zona, puedes utilizar la página de búsqueda de cursos de primeros auxilios que tiene la Cruz Roja Española en Internet, o llamarles por teléfono.

Las siguientes instrucciones corresponden a bebés de menos de un año.

Asfixia

Paso 1: Evalúa la situación con rapidez.

Si de repente tu bebé no puede llorar o toser, algo podría estar obstruyendo sus vías respiratorias, y tendrás que ayudarlo para que lo expulse. Puede ser que haga ruidos raros o no produzca ningún sonido en absoluto mientras abre su boca, y su piel se podría poner roja o azul.

Si tose o hace arcadas, hay sólo una obstrucción parcial de las vías respiratorias. En este caso, deja que siga tosiendo. Toser es la manera más efectiva de eliminar una obstrucción.

Si tu bebé no puede expulsar el objeto tosiendo, pídele a alguien que llame al 112 y empieza a darle golpes en la espalda y a hacerle compresiones pectorales (ver más abajo, paso 2).

Si estás sola con tu bebé, asístelo como se explica abajo durante dos minutos, y luego llama al 112.

Por otro lado, si sospechas que las vías respiratorias de tu bebé se han cerrado a causa de una inflamación de garganta, llama inmediatamente al 112. Puede que tu bebé tenga una reacción alérgica, por ejemplo, a algún alimento que ingirió o a una picadura de un insecto, o puede ser que tenga una infección, como un crup.

Llama también de inmediato si tu bebé tiene un riesgo alto de complicaciones cardiacas.


Paso 2: Trata de hacer que expulse el objeto con golpes en la espalda y compresiones pectorales.

Si tu bebé no logra desobstruir sus vías respiratorias y crees que tiene algo atascado, colócalo con mucho cuidado boca abajo, apoyado sobre tu antebrazo, y con tu mano sostenle la cabeza y el cuello. Apoya el brazo que sostiene a tu bebé sobre tu muslo.

Sujeta a tu bebé de modo que su cabeza esté por debajo del resto de su cuerpo. Entonces, usando la base de tu mano, dale cinco golpes firmes y bien definidos entre sus omóplatos para tratar de que expulse el objeto.

A continuación, coloca tu mano libre (aquella con la que le diste los golpes sobre la espalda) sobre su nuca con tu brazo en su columna. Dale vuelta con mucho cuidado mientras le sostienes la cabeza y el cuello. Mantenlo boca arriba con tu antebrazo apoyado sobre tu muslo, conservando aún su cabeza más abajo que el resto de su cuerpo.

Coloca las yemas de dos o tres dedos justo por debajo de una línea imaginaria ubicada entre los pezones del bebé. Para hacer una compresión pectoral, presiona el pecho tratando de que se oprima entre 1,25 y 2,50 cm, luego deja que regrese a su posición normal.

Efectúa cinco compresiones pectorales. Las compresiones pectorales deben ser continuas, sin pausas.

Continúa la serie de cinco golpes en la espalda y cinco compresiones pectorales hasta que logres hacer salir el objeto o hasta que tu bebé comience a toser. Cuando tosa, no lo interrumpas, deja que intente expulsar el objeto.

Si en algún momento tu bebé se queda inconsciente, tendrás que hacerle una reanimación cardiopulmonar modificada (consulta más abajo las instrucciones detalladas).

Practícale dos respiraciones artificiales. Si el aire no entra (no observas que su pecho se eleva), vuelve a inclinar su cabeza e intenta dos respiraciones artificiales nuevamente.

Si su pecho sigue sin elevarse, efectúale 30 compresiones pectorales. Mira dentro de su boca y extrae el objeto si lo ves. Hazle otras dos respiraciones de rescate, repite las compresiones pectorales, y continúa así, hasta que llegue la ayuda.




Cómo efectuar la reanimación cardiopulmonar

¿Qué es la reanimación cardiopulmonar o RCP?

RCP significa reanimación cardiopulmonar. Es la medida que puedes utilizar para salvar la vida de tu bebé en caso de que no muestre signos vitales (respiración o movimiento).

La RCP utiliza compresiones pectorales y respiración artificial para que circule sangre que contenga oxígeno hacia el cerebro y otros órganos vitales, hasta que llegue el personal médico de emergencia. Al mantener en circulación sangre oxigenada se puede ayudar a prevenir daños cerebrales, que pueden ocurrir en cuestión de minutos, y evitar la muerte.

La RCP no es una maniobra difícil. Sigue los pasos que te indicamos a continuación:

Paso 1: Observa el estado de tu bebé.

¿Está tu bebé consciente? Sacude su pie o dale con delicadeza un golpecito en su hombro y llámalo. Si no te responde, pide a alguien que llame al 112.

Con rapidez, pero con mucho cuidado, coloca al bebé sobre su espalda en una superficie firme. Asegúrate de que no esté sangrando mucho. Si lo estuviese, toma medidas para frenar la hemorragia aplicando presión sobre la zona. No practiques la RCP hasta que la hemorragia esté bajo control.


abre vías respiratorias
Paso 2: Abre las vías respiratorias de tu bebé y revisa su pulso.

Inclina hacia atrás su cabeza con una mano y levanta un poco su mandíbula con la otra mano. (No tienes que inclinar demasiado hacia atrás la cabeza para abrir sus vías respiratorias.) Observa los signos vitales (movimiento y respiración) durante como mucho diez segundos. Puedes observar su pulso poniendo dos dedos en el lado de su cuello o en la parte interior de su codo.

Para saber si tu bebé respira, baja tu cabeza y colócala junto a su boca, mirando hacia sus pies. Observa si su pecho se eleva y fíjate si escuchas el ruido de su respiración. Si respira, debes poder sentir la respiración sobre tu mejilla.


Paso 3: Insúflale con delicadeza dos bocanadas de aire.

Si no respira, insúflale dos pequeñas bocanadas de aire, cada una de las cuales debe durar sólo un segundo. Cubre su nariz y boca con tu boca y exhala dentro de sus pulmones sólo hasta que veas subir su pecho.

Recuerda que los pulmones de un bebé son mucho más pequeños que los tuyos, por eso se necesita mucho menos de una respiración completa para llenarlos. Respirar muy fuerte o muy rápido puede hacer que el aire se vaya al estómago del bebé o dañe sus pulmones.

Si su pecho no se eleva quiere decir que sus vías respiratorias están obstruidas. Recurre a los primeros auxilios mencionados anteriormente para casos de asfixia.

Si el entra está entrando, dale dos bocanadas de aire consecutivas, haciendo una pausa entre cada dos respiraciones boca a boca-nariz para permitir que el aire regrese y salga.

compresiones
Paso 4: Hazle 30 compresiones pectorales.
Con tu bebé todavía acostado de espaldas, coloca las yemas de dos o tres dedos justo por debajo de la línea imaginaria comprendida entre los pezones del niño.

Con las yemas de tus dedos en ese lugar, comprime el pecho de 1,25 a 2,50 cm. Presiona hacia bajo. Las compresiones deben ser continuas, sin pausas.

Hazle 30 compresiones pectorales a un ritmo de 100 por minuto. Cuando completes las 30 compresiones, hazle dos respiraciones boca a boca-nariz (paso 3, indicado más arriba).

Paso 5: Repite las compresiones y las respiraciones boca a boca-nariz.

Repite el ciclo de 30 compresiones y dos respiraciones artificiales. Si estás sola con tu bebé, llama al 112 después de hacer dos minutos de reanimación. Continúa el ciclo de compresiones y respiraciones boca a boca-nariz hasta que llegue la ayuda.

Incluso si tu bebé comienza a respirar antes de que llegue la ayuda, necesitará que lo revise un médico para que no haya dudas de que sus vías respiratorias se han destapado por completo y de que no se produjo ningún daño interno.

Fuente: http://www.babycenter.es/baby/alimentos_solidos/asfixia/

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