Placer, alegría y deseos son sentimientos que el pequeño experimenta ya con enorme intensidad y que refleja, sobre todo, en las expresiones de su rostro.
Sin embargo, entre los cuatro y los seis meses, el bebé desarrolla extraordinariamente su capacidad para comunicarse con los demás y empieza a balbucear sus primeras sílabas. Ahora, la vista y las miradas, que hasta el momento habían representado el principal canal de comunicación con el bebé, ya no es suficiente.
Las primeras palabras van acompañadas casi siempre de gestos que ayudan al niño a expresar el mensaje que quiere transmitir, y son utilizadas como símbolos que sustituyen a los objetos o a las intenciones.
Esta capacidad de expresar las palabras va unida al desarrollo del pensamiento: hacia los ocho meses, el niño es capaz de relacionar las diferentes sensaciones visuales, táctiles y auditivas; el pequeño aprende a elaborar una imagen mental de lo que ve, escucha o toca, y la traduce en una palabra.
Llegado este momento, es importante hablar mucho con el niño, leerle cuentos, explicarle algún episodio de la vida diaria… Aunque todavía el bebé es incapaz de descifrar las palabras, puede seguir el sentido de la frase por el tono de la voz, por la expresión de la cara o por los gestos.
Gracias a este ejercicio, le transmitirás información, ideas y sentimientos importantes para su crecimiento intelectual y afectivo.
Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/crecimiento/primeros-balbuceos-519
No hay comentarios:
Publicar un comentario