domingo, 30 de enero de 2011

¿Quién es tu mamá?


¿Quién es tu mamá?
- Mamá es esa señora que lleva en el bolso un pañuelo con mis mocos, un paquete de toallitas, un chupete y un pañal de emergencia.

- Mamá es ese cohete tan rápido que va por casa disparado y que está en todas partes al mismo tiempo.

- Mamá es esa malabarista que pone la lavadora con el abrigo puesto mientras le abre la puerta al gato con la otra, sosteniendo el correo con la barbilla y apartándome del cubo de basura con el pie.

- Mamá es esa maga que puede hacer desaparecer lágrimas con un beso.

- Mamá es esa Taekondista forzuda capaz de hacer trizas a cualquiera por defender a sus criaturas de 0 a 50 años, y coger en un solo brazo mis 15 kilos mientras con el otro entra al carro lleno de compras.

- Mamá es esa campeona de atletismo capaz de llegar en décimas de segundo de 0 a 100 para evitar que me descuerne por las escaleras.

- Mamá es esa heroína que vence siempre a mis pesadillas con una caricia.

- Mamá es esa señora con el pelo de dos colores, que dice que en cuanto tenga otro huequito, sólo otro, va a la pelu.

- Mamá es ese cuenta cuentos que lee e inventa las historias más divertidas sólo para mí.

- Mamá es esa cheff que es capaz de hacerme una cena riquísima con dos tonterías que quedaban en la nevera porque se le olvidó comprar, aunque se quede ella sin cenar.

- Mamá es ese médico que sabe con sólo mirarme si tengo fiebre, cuánta, y lo que tiene que hacer.

- Mamá es esa economista capaz de ponerse la ropa de hace cientos de años para que yo vaya bien guapo.

- Mamá es esa cantante que todas las noches canta la canción más dulce mientras me acuna un ratito

- Mamá es esa payasa que hace que me tronche de risa con solo mover la cara.

- Mamá es esa sonámbula que puede levantarse dormida a las 4 de la mañana, mirar si me he hecho pis, cambiarme el pañal, darme jarabe para la tos, un poco de agua, ponerme el chupete, todo a oscuras y sin despertarse.

- Mamá es aquella mujer que jamás se dio cuenta que envejecía por ver a sus hijos realizarse, llorando de noche por que ya tienen alas y dentro de poco dejará el nido para buscar otro, y de día sonríe por ver que los hijos no tengan remordimientos en dejarla por que ella se siente feliz.

¿La ves? Es aquélla, la más guapa, la que sonríe.

lunes, 24 de enero de 2011

Aprender a hablar: las niñas son más precoces

Aprender a hablar
Las niñas suelen ser más precoces que los niños en cuanto al aprendizaje y al uso posterior de las palabras. ¿Cuál es el motivo que hace que las niñas aprendan a hablar antes?

Las comparaciones no suelen ser buenas, sobre todo cuando se trata de comparar el crecimiento de los niños. Para empezar, cada niño tiene su propio ritmo. Además, por ejemplo, existen diferencias entre niños y niñas en el ritmo de desarrollo.

Según las estadísticas, el 70% de las niñas empiezan a pronunciar sus primeras sílabas antes que los niños. Esto ocurre alrededor de los seis o siete meses, mientras que la mayoría de los niños lo hacen a partir del séptimo mes en adelante.

A los dos años, aproximadamente, el vocabulario de las niñas es más rico que el de los niños.

A los cuatro años las niñas utilizan un lenguaje mucho más apropiado y desenvuelto que el que emplean los niños de esa misma edad.

¿Cuál es la razón?

Parece ser que esta precocidad en el lenguaje se debe a que los centros cerebrales maduran más rápidamente en las niñas, según parece, por el equilibrio hormonal femenino.

EnlaceFuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/crecimiento/524?sectionid=59

Las etapas del lenguaje

Etapas del lenguaje infantil
El desarrollo del lenguaje es distinto de unos niños a otros. Sin embargo, podemos establecer unas etapas de referencia, que suelen ser comunes en la mayoría de los niños.

Alrededor de los seis meses, casi todos los bebés balbucean sus primeras sílabas y, al escuchar hablar a los adultos, memorizan el alfabeto de la que será su lengua materna.

En este momento, los niños todavía no son capaces de comprender el significado de los términos, pero se ejercitan en la imitación de los sonidos que escuchan a su alrededor.

A grandes rasgos, las diferentes etapas del desarrollo del lenguaje del bebé son las siguientes:

• Entre el cuarto y quinto mes: el niño empieza a emitir sonidos chillones y agudos, en los que puede reconocerse la vocal "u".

Entre el sexto y el octavo mes: comienza la llamada lalación, caracterizada porque el niño emite sus primeras sílabas: ba, ta, la, pa, ma.

• A los diez meses: el pequeño empieza a pronunciar de una forma clara sus primeras palabras: "papa" y "mama", de las cuales todavía no conoce el auténtico significado.

• Entre los once y doce meses: comienza a pronunciar palabras de las que conoce el significado: papá, mamá, agua. Suele inventar palabras con un significado concreto, por ejemplo, "brum", que significa coche.
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• A los dieciocho meses: domina un vocabulario de, por lo menos, diez palabras. También puede componer frases con un sentido completo, por ejemplo, "quiero la pelota".

• Entre los dos años y dos años y medio: ya es capaz de entablar un diálogo sencillo y de contestar correctamente a las preguntas que se le hacen. Los padres entienden su lenguaje.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/crecimiento/521?sectionid=59

Cuándo empieza a hablar el bebé

Las primeras palabras del bebé
Las primeras palabras del bebé aparecen hacia el final del primer año de vida. Una actitud adecuada puede estimular al niño y ayudarle a aprender a hablar.



¿Cuándo empieza a hablar el bebé? El niño empieza a pronunciar las primeras palabras hacia el final del primer año de vida, y, entre los 18 y los 24 meses, aproximadamente, aparecen breves frases compuestas de más de dos vocablos.

Sin embargo, no hay que olvidar que cada niño tiene su ritmo y el desarrollo del lenguaje es diferente en cada caso.

Para estimular al niño a hablar de forma correcta, el ambiente en el que vive desempeña un papel fundamental: debe respetar sus propios ritmos de desarrollo y debe animarle a aprender de forma serena, sin forzarle.

¿Cómo ayudarle a aprender a hablar?

• Háblale directamente, mirándole a la cara, y evitando que otras personas interrumpan vuestra conversación.

• La mejor ayuda será la de los padres, o los abuelos. El niño se desinhibirá más y será más receptivo con las personas que se siente a gusto. Además, al niño le resultará más fácil reproducir los distintos tonos de voz y la entonación de las palabras si siempre le habla la misma persona.

• Dirigirse a él llamándole por su nombre. Los conceptos de "yo", "tú", "mi" son muy difíciles de comprender.
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• Hablarle de objetos que están físicamente presentes, de tal modo que pueda ver aquello de lo que se está hablando.

• Hablarle de situaciones o de objetos que le interesan.

• Intentar comprender las palabras que dice y animarle a expresarse mejor, en lugar de corregir sus errores, pues se corre el riesgo de aburrirle.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/crecimiento/518?sectionid=59

El lenguaje del bebé: los primeros balbuceos

Antes de que el niño empiece a hablar, el bebé se comunica mediante gestos, expresiones en su rostro y, sobre todo, el llanto. Hacia los seis meses aparecen los balbuceos, desarrollando extraordinariamente la capacidad para comunicarse del pequeño.

Placer, alegría y deseos son sentimientos que el pequeño experimenta ya con enorme intensidad y que refleja, sobre todo, en las expresiones de su rostro.

Sin embargo, entre los cuatro y los seis meses, el bebé desarrolla extraordinariamente su capacidad para comunicarse con los demás y empieza a balbucear sus primeras sílabas. Ahora, la vista y las miradas, que hasta el momento habían representado el principal canal de comunicación con el bebé, ya no es suficiente.

De forma gradual, el pequeño empieza a utilizar una serie infinita de vocablos, como "oh" y "ah", y descubre la posibilidad de unir una consonante a las vocales, estableciendo los cimientos del verdadero lenguaje. Este "gimnasio sonoro" constituye para ellos la antesala del lenguaje.

Las primeras palabras van acompañadas casi siempre de gestos que ayudan al niño a expresar el mensaje que quiere transmitir, y son utilizadas como símbolos que sustituyen a los objetos o a las intenciones.

Esta capacidad de expresar las palabras va unida al desarrollo del pensamiento: hacia los ocho meses, el niño es capaz de relacionar las diferentes sensaciones visuales, táctiles y auditivas; el pequeño aprende a elaborar una imagen mental de lo que ve, escucha o toca, y la traduce en una palabra.

Llegado este momento, es importante hablar mucho con el niño, leerle cuentos, explicarle algún episodio de la vida diaria… Aunque todavía el bebé es incapaz de descifrar las palabras, puede seguir el sentido de la frase por el tono de la voz, por la expresión de la cara o por los gestos.

Gracias a este ejercicio, le transmitirás información, ideas y sentimientos importantes para su crecimiento intelectual y afectivo.

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/bebes/crecimiento/primeros-balbuceos-519

Primeros auxilios para la asfixia y reanimación cardiopulmonar para bebé: una guía ilustrada

Revisado por especialistas en servicios de emergencias de la Cruz Roja Estadounidense, Mayo de 2008.

A ninguno de nosotros nos gustaría enfrentarnos una situación en la que tendríamos que salvar la vida de nuestro bebé, pero es algo que puede suceder. Los bebés pueden ahogarse con alimentos o juguetes, caerse al agua de la bañera o de una piscina y asfixiarse con cordones de, por ejemplo, prendas de vestir, bolsos y cortinas. Si alguna vez te encuentras en una situación de emergencia, con tu bebé ahogándose o si deja súbitamente de tener signos vitales, tendrás saber qué hacer.

Hemos preparado esta guía detallada que explica los pasos básicos que hay que saber sobre primeros auxilios ante un caso de asfixia, así como los pasos para efectuar una reanimación cardiopulmonar. No obstante, no debes tomarla como tu única fuente de información.

Resérvate algunas horas para tomar un curso de reanimación cardiopulmonar para bebés y niños que te permita aprender y practicar las técnicas apropiadas. Estas técnicas difieren según sea la edad del niño, y si se hacen de manera incorrecta pueden causar daños.

Si deseas encontrar un curso en tu zona, puedes utilizar la página de búsqueda de cursos de primeros auxilios que tiene la Cruz Roja Española en Internet, o llamarles por teléfono.

Las siguientes instrucciones corresponden a bebés de menos de un año.

Asfixia

Paso 1: Evalúa la situación con rapidez.

Si de repente tu bebé no puede llorar o toser, algo podría estar obstruyendo sus vías respiratorias, y tendrás que ayudarlo para que lo expulse. Puede ser que haga ruidos raros o no produzca ningún sonido en absoluto mientras abre su boca, y su piel se podría poner roja o azul.

Si tose o hace arcadas, hay sólo una obstrucción parcial de las vías respiratorias. En este caso, deja que siga tosiendo. Toser es la manera más efectiva de eliminar una obstrucción.

Si tu bebé no puede expulsar el objeto tosiendo, pídele a alguien que llame al 112 y empieza a darle golpes en la espalda y a hacerle compresiones pectorales (ver más abajo, paso 2).

Si estás sola con tu bebé, asístelo como se explica abajo durante dos minutos, y luego llama al 112.

Por otro lado, si sospechas que las vías respiratorias de tu bebé se han cerrado a causa de una inflamación de garganta, llama inmediatamente al 112. Puede que tu bebé tenga una reacción alérgica, por ejemplo, a algún alimento que ingirió o a una picadura de un insecto, o puede ser que tenga una infección, como un crup.

Llama también de inmediato si tu bebé tiene un riesgo alto de complicaciones cardiacas.


Paso 2: Trata de hacer que expulse el objeto con golpes en la espalda y compresiones pectorales.

Si tu bebé no logra desobstruir sus vías respiratorias y crees que tiene algo atascado, colócalo con mucho cuidado boca abajo, apoyado sobre tu antebrazo, y con tu mano sostenle la cabeza y el cuello. Apoya el brazo que sostiene a tu bebé sobre tu muslo.

Sujeta a tu bebé de modo que su cabeza esté por debajo del resto de su cuerpo. Entonces, usando la base de tu mano, dale cinco golpes firmes y bien definidos entre sus omóplatos para tratar de que expulse el objeto.

A continuación, coloca tu mano libre (aquella con la que le diste los golpes sobre la espalda) sobre su nuca con tu brazo en su columna. Dale vuelta con mucho cuidado mientras le sostienes la cabeza y el cuello. Mantenlo boca arriba con tu antebrazo apoyado sobre tu muslo, conservando aún su cabeza más abajo que el resto de su cuerpo.

Coloca las yemas de dos o tres dedos justo por debajo de una línea imaginaria ubicada entre los pezones del bebé. Para hacer una compresión pectoral, presiona el pecho tratando de que se oprima entre 1,25 y 2,50 cm, luego deja que regrese a su posición normal.

Efectúa cinco compresiones pectorales. Las compresiones pectorales deben ser continuas, sin pausas.

Continúa la serie de cinco golpes en la espalda y cinco compresiones pectorales hasta que logres hacer salir el objeto o hasta que tu bebé comience a toser. Cuando tosa, no lo interrumpas, deja que intente expulsar el objeto.

Si en algún momento tu bebé se queda inconsciente, tendrás que hacerle una reanimación cardiopulmonar modificada (consulta más abajo las instrucciones detalladas).

Practícale dos respiraciones artificiales. Si el aire no entra (no observas que su pecho se eleva), vuelve a inclinar su cabeza e intenta dos respiraciones artificiales nuevamente.

Si su pecho sigue sin elevarse, efectúale 30 compresiones pectorales. Mira dentro de su boca y extrae el objeto si lo ves. Hazle otras dos respiraciones de rescate, repite las compresiones pectorales, y continúa así, hasta que llegue la ayuda.




Cómo efectuar la reanimación cardiopulmonar

¿Qué es la reanimación cardiopulmonar o RCP?

RCP significa reanimación cardiopulmonar. Es la medida que puedes utilizar para salvar la vida de tu bebé en caso de que no muestre signos vitales (respiración o movimiento).

La RCP utiliza compresiones pectorales y respiración artificial para que circule sangre que contenga oxígeno hacia el cerebro y otros órganos vitales, hasta que llegue el personal médico de emergencia. Al mantener en circulación sangre oxigenada se puede ayudar a prevenir daños cerebrales, que pueden ocurrir en cuestión de minutos, y evitar la muerte.

La RCP no es una maniobra difícil. Sigue los pasos que te indicamos a continuación:

Paso 1: Observa el estado de tu bebé.

¿Está tu bebé consciente? Sacude su pie o dale con delicadeza un golpecito en su hombro y llámalo. Si no te responde, pide a alguien que llame al 112.

Con rapidez, pero con mucho cuidado, coloca al bebé sobre su espalda en una superficie firme. Asegúrate de que no esté sangrando mucho. Si lo estuviese, toma medidas para frenar la hemorragia aplicando presión sobre la zona. No practiques la RCP hasta que la hemorragia esté bajo control.


abre vías respiratorias
Paso 2: Abre las vías respiratorias de tu bebé y revisa su pulso.

Inclina hacia atrás su cabeza con una mano y levanta un poco su mandíbula con la otra mano. (No tienes que inclinar demasiado hacia atrás la cabeza para abrir sus vías respiratorias.) Observa los signos vitales (movimiento y respiración) durante como mucho diez segundos. Puedes observar su pulso poniendo dos dedos en el lado de su cuello o en la parte interior de su codo.

Para saber si tu bebé respira, baja tu cabeza y colócala junto a su boca, mirando hacia sus pies. Observa si su pecho se eleva y fíjate si escuchas el ruido de su respiración. Si respira, debes poder sentir la respiración sobre tu mejilla.


Paso 3: Insúflale con delicadeza dos bocanadas de aire.

Si no respira, insúflale dos pequeñas bocanadas de aire, cada una de las cuales debe durar sólo un segundo. Cubre su nariz y boca con tu boca y exhala dentro de sus pulmones sólo hasta que veas subir su pecho.

Recuerda que los pulmones de un bebé son mucho más pequeños que los tuyos, por eso se necesita mucho menos de una respiración completa para llenarlos. Respirar muy fuerte o muy rápido puede hacer que el aire se vaya al estómago del bebé o dañe sus pulmones.

Si su pecho no se eleva quiere decir que sus vías respiratorias están obstruidas. Recurre a los primeros auxilios mencionados anteriormente para casos de asfixia.

Si el entra está entrando, dale dos bocanadas de aire consecutivas, haciendo una pausa entre cada dos respiraciones boca a boca-nariz para permitir que el aire regrese y salga.

compresiones
Paso 4: Hazle 30 compresiones pectorales.
Con tu bebé todavía acostado de espaldas, coloca las yemas de dos o tres dedos justo por debajo de la línea imaginaria comprendida entre los pezones del niño.

Con las yemas de tus dedos en ese lugar, comprime el pecho de 1,25 a 2,50 cm. Presiona hacia bajo. Las compresiones deben ser continuas, sin pausas.

Hazle 30 compresiones pectorales a un ritmo de 100 por minuto. Cuando completes las 30 compresiones, hazle dos respiraciones boca a boca-nariz (paso 3, indicado más arriba).

Paso 5: Repite las compresiones y las respiraciones boca a boca-nariz.

Repite el ciclo de 30 compresiones y dos respiraciones artificiales. Si estás sola con tu bebé, llama al 112 después de hacer dos minutos de reanimación. Continúa el ciclo de compresiones y respiraciones boca a boca-nariz hasta que llegue la ayuda.

Incluso si tu bebé comienza a respirar antes de que llegue la ayuda, necesitará que lo revise un médico para que no haya dudas de que sus vías respiratorias se han destapado por completo y de que no se produjo ningún daño interno.

Fuente: http://www.babycenter.es/baby/alimentos_solidos/asfixia/

Asegura tu casa antes de que tu bebé gatee

Señales de que tu bebé está listo para gatear.

La media de edad de los bebés que empiezan a gatear es de ocho meses, lo cual significa que muchos empiezan a desplazarse más temprano. Una vez que empiece a gatear, tu pequeñín también empezará a ponerse de pie solito, y esto significa que las mesas, encimeras y otras superficies elevadas ya no estarán fuera de su alcance. Esta lista te ayudará a prepararte para el instinto explorador de un bebé que ahora ya puede trasladarse de un sitio al otro en un abrir y cerrar de ojos. Una vez que hayas verificado todo lo que te sugerimos, gatea tú misma por la casa y asegúrate de que no te hayas olvidado de nada.

(Si tu bebé todavía es un recién nacido, lee nuestros consejos sobre cómo preparar tu casa para que sea segura.)


Al bañar al bebé
  • Llena la bañera sólo hasta cubrirle las piernas (5 a 7 centímetros, de agua).
  • Usa agua templada, no caliente (pruébala con el codo o usa un termómetro para asegurarte de que la temperatura esté entre 35,6 y 38,8 grados centígrados).
  • Nunca jamás dejes solo a tu bebé en la bañera, ni siquiera durante unos segundos.
  • Coloca alfombrillas antideslizantes dentro de la bañera y fuera, en el suelo .

Te será útil tener:
  • Un protector blando para el caño de la bañera (por donde sale el agua).
  • Cubiertas blandas para los grifos del agua.
  • Soporte para que el bebé se siente dentro de la bañera. (¡Esto no sustituye tu supervisión!)

Para prevenir quemaduras
  • Nunca sostengas comidas o bebidas calientes mientras llevas en brazos al bebé.
  • Mantén las comidas y bebidas calientes lejos de las orillas de las mesas y los aparadores.
  • No cojas en brazos al bebé mientras estés cocinando.
  • Dale la vuelta hacia atrás a los mangos de las ollas y sartenes que estén sobre la cocina.
  • Asegura la puerta del horno con un cierre de seguridad para electrodomésticos.

Te será útil tener:
  • Una barrera protectora para cocinas que impide el acceso de los niños a los quemadores; cubiertas de seguridad para las llaves de gas de la cocina.

En el coche
  • Mantén al bebé en un asiento de seguridad para el coche orientado hacia atrás hasta que tenga por lo menos 1 año y 9 kilos de peso.
  • Instala el asiento de seguridad del bebé adecuadamente, es decir, mirando hacia atrás y en medio del asiento trasero del automóvil.

En la mesa de cambiar
  • Usa el cinturón o correa de seguridad y nunca dejes solo al bebé.
  • Mantén los artículos de tocador fuera del alcance del bebé, pero a tu alcance.

Al vestir al bebé
  • No le pongas trajes que tengan cordones o cintas.

En la cuna
  • Evita usar ropa de cama blanda y acolchada, almohadas, edredones o pieles de cordero en la cuna del bebé, aunque sea sólo para una siesta.
  • Cuando el bebé logre ponerse a gatas, retira los móviles y juguetes que estén colgados sobre o en la cuna.
  • Cuando el bebé logre levantarse, retira los protectores de la cuna (para que no se suba a ellos y se caiga fuera) y pon el colchón en la posición más baja posible.
  • No dejes ningún juguete en la cuna mientras esté durmiendo el bebé.
  • Mantén la barandilla de la cuna levantada y asegurada cuando no estés en la habitación.

En las puertas
  • Usa un freno o gancho antigolpes para sujetar las puertas y proteger los dedos del bebé.

Enchufes eléctricos, cables y electrodomésticos
  • Cubre los enchufes que no se estén usando con protectores de seguridad o con muebles.
  • Esconde los cables eléctricos detrás de los muebles o usa protectores especiales para cubrirlos.
  • Mantén los secadores de pelo, tostadoras y otros aparatos eléctricos pequeños desconectados y fuera del alcance del niño.

Prevenir caídas

  • No dejes nunca solo al bebé en una cama o sofá, una silla alta, una silla vibradora, en la mesa de cambiar o en cualquier otro lugar de donde se pueda caer.
  • Instala cierres y rejas o mallas protectoras en las ventanas, balcones y plataformas.
  • Asegúrate de que no queden cordones de cortinas y persianas sueltos, porque podrían enredarse alrededor del cuello del bebé.
  • Instala rejas de seguridad para niños en la parte de arriba y de abajo de las escaleras.
  • Si el espacio entre las barandillas de las escaleras es mayor de 10 centímetros, cúbrelas con una valla de plástico para jardines, con placas de plexiglás u otro material.
  • En las tiendas, usa la correa de seguridad de los cochecitos de compras (o tráete una de casa).

    Las chimeneas
    • Instala rejas de seguridad frente a las chimeneas y mantenlas siempre en su lugar cuando esté encendido el fuego.
    • Si la chimenea es a gas, mantén la llave fuera del alcance del niño.
    • Guarda la leña, las cerillas y todo el equipo de la chimenea fuera del alcance del niño.


    Prevención de incendios
    • Verifica todos los meses las pilas de los detectores de humo.
    • Verifica las pilas de los detectores de monóxido de carbono (si los tienes) al menos dos veces al año.
    • Repasa tu plan de salida de emergencia en caso de incendio.


    Primeros auxilios


    Territorio prohibido
    • Mantén los cuchillos, objetos que se pueden romper, ollas pesadas y demás artículos peligrosos bajo llave o fuera del alcance del niño.
    • Controla el acceso del niño a las zonas peligrosas usando rejas de seguridad, cerrojos en las puertas y cubiertas a prueba de niños sobre los picaportes para abrirlos.
    • Instala seguros a prueba de niños en todos los armarios y cajones que contengan objetos afilados, puntiagudos o peligrosos.
    • Mantén los botes de la basura en lugares inaccesibles o usa botes que tengan tapaderas a prueba de niños.
    • Cubre o bloquea el acceso del niño a los radiadores o calentadores instalados en el suelo.
    • Instala un seguro en la puerta del refrigerador.
    • Evita que el niño meta los deditos en el aparato de video con un seguro especial para este aparato.
    • No uses manteles o mantelitos individuales en las mesas: el niño puede tirar de ellos y se vendrá todo abajo.
    • Evita que el bebé se interese por los lugares prohibidos dejando un armario o cajón de la cocina a su alcance, lleno de objetos ligeros y seguros con los que se pueda entretener, como cucharas y contenedores de plástico.

    Los muebles
    • Instala protectores en las esquinas y orillas de los muebles.
    • Fija a la pared los muebles que se puedan volcar (estantes, armarios, cómodas).
    • Mantén los televisores y otros artefactos pesados sobre muebles bajos y firmes, y empújalos hacia atrás lo más posible.
    • Asegura las lámparas altas e inestables detrás de los muebles.

    Sillas altas y sillitas colgables
    • Usa una silla alta fuerte y estable, con base ancha y correa de seguridad.
    • Si usas una sillita de colgar, asegúrate de que se ajuste firmemente a la mesa y que ésta sea fuerte y no se pueda volcar.
    • Usa las correas de seguridad.
    • Nunca dejes solo al bebé.

    Las sustancias venenosas
    • Revisa toda la casa y guarda bajo llave o en un lugar inaccesible todos los productos de limpieza, medicinas, vitaminas, artículos de tocador, bolitas de naftalina, y otras substancias que puedan ser tóxicas.
    • Recuerda que tu bolso, o el de una visita, puede contener medicinas, cosméticos y otras sustancias tóxicas: mantenlos fuera del alcance del bebé.
    • Elimina las plantas tóxicas que puedan existir en tu hogar, como el filodendro y la azalea, o cámbialas a lugares inaccesibles.
    • Anota el número telefónico del Instituto Nacional de Toxicología, que funciona las 24 horas del día 91 562 04 20, y mantenlo cerca de los teléfonos de casa.

    Al dormir (prevención del síndrome de muerte súbita del lactante, SMSL, y de incendios)
    • Acuesta al bebé boca arriba.
    • No permitas que el bebé duerma sobre almohadas o ropa de cuna blanda o acolchada, como edredones o pieles de cordero, ni siquiera para una siesta corta.
    • No lo acuestes en camas de agua u otras superficies blandas.

    El sol
    • Protégelo de los rayos solares lo más posible.
    • Cuando lo saques de paseo, protégelo con sombreritos, trajecitos de manga larga de colores claros y filtro solar.

    Inodoros
    • Instala seguros a prueba de niños en los asientos de los inodoros para prevenir ahogamientos.

    Los juguetes
    Los juguetes más seguros son los que:
    • Están firmemente ajustados y en buenas condiciones.
    • No tienen botones, ojos, cuentas, cintas ni otras partes pequeñas que el bebé pueda quitarles y atragantarse con ellas.
    • No pesan demasiado (si el juguete puede hacerle daño al bebé si se cae sobre él, significa que pesa demasiado).
    • No tienen cordones ni cintas que midan más de 30 centímetros.
    • Son adecuados para la edad y la destreza del bebé.
    • No se pueden enredar o colgar alrededor del cuello del bebé.

    El agua
    • Jamás dejes solo al bebé, ni por un instante, dentro o cerca de una piscina, bañera o cualquier recipiente con agua.
    • Si tienes piscina, instala a su alrededor una cerca de por lo menos 1,5 metros de alto, con una puerta que se cierre y se asegure automáticamente.
    • Vacía siempre las piscinas de plástico y guárdalas en posición vertical después de usarlas.
    • No dejes ninguna cantidad de agua, por menor que sea, productos de limpieza u otros líquidos en cubos, regaderas o en cualquier otro recipiente.
    Enlace
    Las ventanas
    • Corta o ata fuera del alcance del niño los cordones de las cortinas o persianas para prevenir que el niño se estrangule con cualquier trozo de cordón o lazo que quede colgando.
    • Pon pegatinas o adhesivos de colores en las puertas corredizas de cristal y ventanas grandes para hacerlas más visibles y prevenir golpes.
    • Mantén al bebé alejado de las ventanas abiertas.
    Fuente: http://www.babycenter.es/baby/cuidado_del_bebe/casa_segura_bebe/
  • miércoles, 5 de enero de 2011

    Juguetes que estimulan al bebé


    Tengo una bebé de seis meses cumplidos y quiero comprarle juguetes para la estimulación, pero no sé qué tipo de juguetes le puedo comprar.

    Todos aquellos juguetes que estimulan el desplazamiento, pues pronto empezará a querer desplazarse: pelotas, juguetes con pilas que se mueven, juguetes de diferentes texturas.

    A veces es mejor repasar lo que hay por casa que comprar juguetes: una lata bien cerrada con algo dentro que haga ruido (la lata gira, suena, se mueve), un cepillo de uñas, un tapón de bañera con cadena (asegurándose que está todo correcto y que no puede hacerse daño), si tiras de la cadena cuando intenta coger el tapón verás cómo se divertirá. Todos aquellos juegos compartidos con un adulto son siempre fascinantes para el bebé.

    Es un buen momento para jugar a hacer aparecer y desaparecer objetos, fotos de animales y a la vez que le enseñas haces el sonido del animal y nombras al animal, juega con un muñeco tu misma delante del bebé y aprenderá a jugar también (mira el muñeco, tíralo y cógelo, déjalo caer, haz que ande y hable).

    Le encanta emprezar a hacer ruidos diferentes (en un cazo, en una bandeja, en una hoja de papel, en papel de aluminio…) Dale una cuchara de madera y verás que bien se lo pasa golpeando diferentes materiales contigo., las canciones acompañadas de gestos y que incluyen las partes del cuerpo, juegos y canciones de falda, construir túneles para que pase por dentro (no olvides que pronto empezará a desplazarse).

    Fuente: http://www.mibebeyyo.com/expertos-especialistas/otros-medicos/estimulacion-fisioterapia/juguetes-estimulan-bebe-1649